Este año, WR ayudó a una víctima de trata laboral a obtener un acuerdo sustancial por los daños que sufrió. Federico emigró a los Estados Unidos después de que alguien que afirmaba ser dueño de una agencia de guardias de seguridad le prometiera un salario digno y un alquiler gratuito. Desde el momento en que llegó a los Estados Unidos, Federico fue explotado. Su empleador lo obligó a trabajar 80 horas a la semana por debajo del salario mínimo, lo amenazó y no le brindó atención médica por las lesiones que sufrió en el trabajo. El empleador incluso escondió el pasaporte de Federico para que no se fuera. Se enteró de sus derechos después de venir a Centro Legal y luchó valientemente contra la explotación ilegal. El personal de WR trabajó incansablemente hasta que Federico finalmente obtuvo justicia.

A principios de este año, junto con nuestros increíbles socios, nuestro equipo de litigios representó a dos de los clientes inmigrantes de Centro Legal en un caso argumentado ante el tribunal más alto del país, la Corte Suprema de los Estados Unidos. En los años anteriores, habíamos trabajado con nuestros clientes y co-abogados para asegurar audiencias de fianza para cientos de miembros de la clase inmigrante, a través de victorias legales reñidas y esfuerzos de aplicación en los tribunales federales de distrito y el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito. Si bien la Corte Suprema desafortunadamente revirtió esas decisiones, tendremos la oportunidad de continuar luchando por nuestros clientes y la clase en sus reclamos legales restantes. Lo más importante es que, tanto a través de las victorias como de las derrotas, el impacto y el alcance de Centro brillan en nuestros incansables esfuerzos y ferviente compromiso con nuestros clientes y la comunidad. Tenemos las habilidades, la experiencia y la pasión para asumir los casos difíciles que continúan la lucha de nuestra comunidad por la justicia.

“No sé qué me habría pasado durante estos momentos cruciales. Su ayuda me ha dado una segunda oportunidad. Oré por su programa, sin darme cuenta de que vendría a mi ayudante. Con su amable ayuda, pude pagar hasta la fecha mi alquiler. El cuidado que me transmitiste nunca será olvidado”.

– Beneficiario de ERAP de edad avanzada